sábado, 20 de noviembre de 2010

El camino recto siempre es el más dificil de seguir

No hay camino más duro en esta vida que el recto camino de lo correcto. Siempre es difícil tomar la decisión correcta y actuar en consecuencia, es mucho más fácil encontrar una escusa. Lo que nunca recordamos es que en el fondo sabes que es lo correcto y nos traicionamos a nosotros mismos siguiendo otro camino. Esas traiciones nos perseguirán siempre. Nunca nos podemos traicionar, porque cada vistazo en un espejo nos devolverá esas traiciones, nos podemos equivocar, somos humanos, se puede vivir con un error pero no con una traición.

Pero claro, ¿qué es lo correcto?, esa quizás es una de las preguntas más difíciles que se pueden hacer, aunque sinceramente la respuesta es quizás de las más fáciles. Para mi lo correcto es la decisión que se toma sinceramente, una vez has eliminado de la decisión tus miedos y tus egoísmos. Lo correcto es que me vaya, pero es que yo no me quiero ir, ya lo se, pero no te quieres ir porque te da miedo decirle que te vas, porque no quieres mirarle a los ojos y ver esa tristeza y ese dolor que tu creas. Sabes que esto no va a terminar bien, pero prefieres alargar una agonía ha hacer lo correcto y valientemente irme.

Hace un tiempo aprendí que me puedo equivocar, tengo ese derecho por ser humano, pero también tengo la obligación de equivocarme haciendo las cosas que sinceramente yo considero que son correctas, tomar mis decisiones sin que mis miedos, mis temores,mis egoísmos, ni mis perezas tomen parte, sin traicionarme a mi mismo, porque de esas traiciones nunca podre huir.

Yo soy yo mismo, y si me equivoco por ser yo, no hay mejor manera de equivocarme, pero si lo hago por no ser yo, me estaré traicionando,y eso no me lo voy a volver a consentir. Esta vida es tan largar que siempre nos volvemos a ver las caras, y cuando eso ocurra debes estar seguro que puedes mantener la cabeza alta y mirar a los ojos. Lo demás es almacenar cadáveres a tu espalda que poco a poco te pesan haciendo que tus pies se hundan cada vez más en el barro impidiéndote continuar.



Lo que pesa no es la derrota, es el saber que pudiste ganar pero que nunca hiciste lo suficiente, que sentiste miedo y eso te hizo perder.


No hay comentarios:

Publicar un comentario