Hay veces que es necesario mirar hacia atras, ver de donde vinimos, saber donde queremos ir y reajustar el rumbo, porque hay veces que en nuestra carrera por avanzar acabamos por perdernos deribando poco a poco del camino que queriamos recorrer siempre viene bien mirar de vez en cuando al pasado pero sin rejuzjar las decisiones, tomamos las que tomamos porque pensamos que eran las correctas, intentamos hacer las cosas bien y no herir a nadie, no hay nada que reprochar, que nos equibocamos, somos humanos solo podemos aprender de los errores y no volver a tropezar con esa piedra.
El pasado nos recuerda sueños que tuvimos, que ahora podemos retomar y cumplir, amigos que tuvimos y que hace más de 10 años que no vermos, es una experiencia maravillosa volver a reencontrarse con ellos y comprobar que la amistad sigue intacta. Nos recuerda lo incierto del camino y las vueltas que puede llegar a dar.
El tiempo tiene la ventaja que cura las heridas y te permite llamar a una vieja amiga para quitarte de encima la pesada carga del reproche y el enfado, cuantas menos cargas se lleven encima más placentero sera el viaje.
Hay heridas que por reciente aun duele mirar, pero tranquiliza el saber que se curaran, que un día la esperanza dejara de reabrilarlas dejando que cierren para siempre. Los exitos y los fracasos del pasado ya no importan, no importa quien fuiste y lo que hiciste, solo importa quien eres y lo que haces en el hoy.
El pasado te recuerda que eres fuerte, que tu vales, saber quien fuiste te ayuda a saber quien eres ahora, pero sin recrearte, sabiendo que el pasado es inalterable que no te puedes castigar con algo que ya no puedes cambiar, solo queda aprender y continuar.Con el tiempo aprendes y eso es lo bueno de la vida, olvidar nunca soluciono nada.
Despues vuelves a mirar hacia delante más calmado, continuas tu camino más ligero, más seguro y confiado. El rio nunca cesa, el agua nunca es la misma ni tu tampoco.
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