martes, 5 de octubre de 2010

Amor o obsesión

Últimamente el facebook de una amiga a traído a mi cabeza una pregunta que me hecho con frecuencia a lo largo de mi vida, ¿donde termina el amor y empieza la obsesión?. En su caso se encuentra en el borde de la fina línea que separa la cordura y la locura amorosa. Hay situaciones que ponen a prueba el aguante y la estabilidad emocional y mental. Cada vez que pienso en esto me acuerdo de mi poema favorito de mi autor favorito, el poema XX del libro 20 poemas de amor y una canción desesperada de Pablo Neruda. Lo leí cuando aun era un tierno adolescente y me encanto se me clavo dentro y nunca me lo pude, seguramente nunca quise, sacar.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: " La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos".
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

Al fin al cabo el amor tiene un componente de obsesión, porque que es si no el estar todo el día pensando en la persona amada, esperando que suene el teléfono y sea ella, deseando que aparezca conectada para hablar con ella. ¿Que es eso sino obsesión?, el no imaginar como sería tu vida si ella no estuviera. El problema es cuando desaparece el amor y solo queda esa obsesión, ese sentimiento de perdida. A los humanos muchas veces no nos atrae ganar en el fondo pensamos que no lo merecemos, eso si no soportamos perder, pensar que algo que era nuestro ya no lo es, es uno de los sentimientos más fuertes, he aquí donde nace la obsesión, de la necesidad de llenar un hueco de pensar que si ella volviera todo volvería a estar bien, el circulo se completaría, la vida volvería a ser del color de las piruletas y nosotros seriamos para siempre Richard Gere en oficial y caballero. Pero la vida no funciona así.

Alguien como yo tendiente a las obsesiones temporales, que necesita comprender porque y como funcionan las cosas y hasta que eso no esta respondido las ideas no salen de mi cabeza, es curioso que tenga muy claro cuando se siente obsesionado por algo y cuando de verdad esta enamorado, a alguien como yo que enamorarse es tan difícil. Supongo que sera porque sé lo que es estar enamorado, si me muriera mañana una de las pocas cosas de las que no me arrepentiría que la muerte que impidiera hacer sería esa. He querido como yo entiendo que se debe querer, con el corazón, el alma y la vida, hasta que me rabie de dolor el estomago y me estalle la cabeza, lo que es amar a alguien más que a ti mismo, viviendo momentos de absoluta felicidad, blanca, perfecta y luminosa felicidad, recuerdos que perduraran por siempre en mi. Sé lo que es que alguien te quiera de la misma manera, sentir que dos personas ocupan un único lugar.

Haber querido de verdad y haberse sentido igual de querido es algo muy difícil de lograr en esta vida, donde hay tanta gente que nunca ha amado a nadie sinceramente, que nunca se dejo querer, que viven su vida sumidos en una tristeza interior siendo conscientes que nadie los quiso de verdad.

La obsesión es egoísmo, es te necesito a ti pero para que mi vida este completa, mi felicidad depende de que tu estés aquí, pero en ningún momento se piensa en la otra parte, en si ella de verdad quiere estar a tu lado. Sin embargo el amor es otra cosa, el amor lleva un componente de generosidad, es pensar que si mi amor no fue suficiente, que si no pude o no supe amarla como ella se merecía, la culpa fue mía y si debo dejarla marchar para que sea feliz al lado de otra persona, si su felicidad se encuentra en otra parte, debes dejarla ir. Aceptar la derrota con la cabeza alta y esperar que el tiempo vuelva a cruzar vuestros caminos, en el momento y lugar donde seas capaz de amarla como ella merece o que no los cruce más. Eso es amor, cada vez que a tu cabeza vuele un recuerdo, pensar de manera tranquila que en el lugar que este ahora sera más feliz.

Yo creo que a las personas que llegas a querer de verdad, nunca las dejas de querer, nunca pierden ese rincón privado dentro de tu corazón. Pero también creo que tenemos una capacidad infinita de amar y eso permite que la vida siga, que sepas que la ilusión volverá a llamar a tu puerta traída de la mano de un niño, porque la ilusión siempre debe de ser infantil, y te volverás a enamorar, y quizás te volverán a partir el corazón, pero supongo que eso es vivir, sentir.

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